En “MANIFIESTO PARA LA INNOVACIÓN EDUCATIVA” se establece la
afirmación de que la sociedad en su conjunto ha sufrido cambios y
transformaciones, por lo que, lo anteriormente vigente y útil pasa por una
modificación la cual le otorga obsolescencia y antigüedad en el sentido de que
deja de ser necesario para el funcionamiento de la comunidad social.
Por ello, se debe “DAR LA VUELTA A LA TORTILLA” y lo que es
más importante, QUE ÉSTA CUAJE.
Debemos entre todos invertir las agujas del reloj, cambiar
nuestro sino ya que únicamente nosotros somos sus verdaderos poseedores y
tenemos la exclusiva capacidad de modificarlo a nuestro interés.
Lo establecido deja de tener su propia esencia y en vez de
ir a contra-reloj debemos combatir en contra del reloj. Este cambio lingüístico
apenas es perceptible para muchos, de ahí su relevancia. Todo ello pasado a los
ámbitos de la vida en conjunto, dará sentido a un cambio estructural muy
necesario en el tiempo actual.
Lo mismo ocurre en el sistema educativo. En él, se repiten
con muchísima frecuencia las cosas y no por eso estas mismas son las más
importantes que debemos recordar a lo largo de nuestra vida. Precisamente,
todas esas cosas que se ignoran en este modelo educacional ya anticuado, son
las que más tenemos que tener presente a la hora de pensar y de realizar
cualquier tipo de acción.
La ignorancia de ciertas materias, formas de pensar, teorías
etc. Todas ellas ignoradas por el sistema ahora vigente son las que nos
accionan. Nos encienden nuestros mecanismos de independencia de pensamiento, y
sólo esto haría posible que pensáramos de otra manera distinta. Que cada
persona que habita este planeta tuviera su propia opinión, tuviera algo que
decir al respecto sobre todo lo que sucede a su alrededor y por ello, no interesa
ni al sistema ni a la existencia y perdurabilidad de éste.
Estas imposiciones existentes desde que somos niños nos
llevan a ser modificados y manejados al antojo de un sistema que prevalece
sobre nuestras cabezas, sobrevuela sobre nuestros pensamientos (los pocos que
nos dejan tener) y en cuanto alguna mente inquieta investiga por su cuenta y se
percata de que existen otras alternativas, otras opciones, ésta es seleccionada
como un muñeco en una máquina de recreativos para sacarla de la urna de cristal
en la que nos encontramos todos y cada uno de nosotros.
Por estos motivos, el sistema educativo que el que nos forma
desde pequeños debe profundizar más en todos los elementos de las materias y no
seleccionar unas cuantas sólo porque sean más productivas para el sistema en el
que nos encontramos.
Debe haber un cambio, y todos nosotros estamos preparados
para realizarlo. Con él las cosas mejorarán y la diversidad gobernará sobre la
ahora monótona tendencia de pensamiento único.
Así que, contestando a la pregunta: ¿Por qué comenzamos las
clases con una cita?
Yo contestaría que sirven para activar esa mente inquieta y
llena de cualidades y capacidades magníficas que poseemos cada uno de nosotros.
El motivo es para despertar de gran letargo en el que nos encontramos y para
formarnos como profesionales y aumentar nuestro desarrollo personal hacia la
creación de nuestra propia opinión, que será modificada únicamente por nosotros
mismos porque sólo cuando pensamos y obtenemos información útil somos LIBRES.
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