ESTE ANÁLISIS SOBRE "LA TEORÍA DEL DESARROLLO DEL CAPITALISMO" HA SIDO REALIZADO POR:
Teresa Cabello
Sandra Córdoba
Jacobo Mesquida
Julián Tejado
CAPÍTULO V. LA ACUMULACIÓN Y
EL EJÉRCITO DE RESERVA.
1. La reproducción
simple: Es útil y necesario, para fines teórico, imaginar un sistema
capitalista que, de manera continua no sufra cambios. Ello permite abarcar la
estructura de las relaciones que prevalecen en el sistema como un todo, en su
forma más clara y simple. El caso en que se supone que no existe el cambio, se
verá que alguno de los elementos más esenciales del capitalismo, como existe en
realidad, han sido deliberadamente ignorados.
Quesnay, el líder de
los Fisiócratas, fue el primer economista que intentó hacer una presentación
sistemática de la estructura de las relaciones existentes en la producción
capitalista en su famoso “Tableau économique”, y Marx lo llamó
“indiscutiblemente la idea más brillante de que la economía política había sido
culpable hasta entonces.” Influido por Quesnay, consideraba su propio plan para
el análisis de la estructura del capitalismo, que en su forma más elemental
llama “Reproducción Simple”, como una versión mejorada del “Tableau”, que se
refiere a un sistema capitalista que conserva indefinidamente las mismas
dimensiones y proporciones entre sus diversas partes. Para que se cumplan estas
condiciones es necesario que los capitalistas repongan cada año el capital
gastado y empleen toda su plusvalía en el consumo; y que los obreros gasten
todo su salario en el mismo. Si no fuera así, tendría lugar una acumulación o
un agotamiento de la existencia de medios de producción.
Se establece una
suposición a continuación que sirve de explicación más clara que refuerza la
idea anterior y ayuda a la comprensión de la misma:
Toda la industria está
dividida en dos ramas: en la I se producen medios de producción y en la II se
producen artículos de consumo. Conviene subdividir la rama de artículos de
consumo en una productora de artículos para obreros y otra de artículos para
capitalistas, o sea, de lujo. C1 y C2 serán el capital constante empleado
respectivamente en I y II. Por otro lado, V1 y V2 serán el capital variable,
mientras que P1 y P2 la plusvalía y W1 y W2 el producto.
Como resultado, se da
la siguiente tabla que representa la producción total:
I C1+V1+P1= W1
II C2+V2+P2= W2
Para que se cumplan
las condiciones de la Reproducción Simple, el capital constante usado debe ser
igual a la producción total de la rama de bienes de producción, y el consumo
combinado de capitalistas y obreros debe ser igual a la producción total de la
rama de artículos de consumo. Esto significa que:
C1+C2= C1+V1+P1
V1+P1+V2+P2= C2+V2+P2
Eliminando C1 de ambos
términos de la primera ecuación y V2+P2 de ambos términos de la segunda
ecuación, se verá que las dos se reducen a una ecuación única:
C2= C1+P1
Quiere decir que el
valor del capital constante usado en la rama de artículos de consumo debe ser
igual al valor de las mercancías consumidas por los obreros y capitalistas
dedicados a producir medios de producción. Si se satisface esta condición, la
escala de la producción no cambia de un año al siguiente.
El plan de
reproducción ofrece un armazón unificado para analizar las interconexiones de
la producción total y del ingreso, un problema que no fue nunca adecuadamente
tratado por los economistas clásicos. La producción se divide en dos
categorías:
- Producción total de medios de producción.
- Producción total de artículos de consumo.
Ambas constituyen la
suma de la oferta social de mercancías.
El ingreso se divide
en:
- El ingreso del capitalista 1: debe gastar en medios de producción
si ha de mantener su posición como capitalista.
- El ingreso del capitalista 2: Es libre de gastar en el consumo
(plusvalía.)
- El ingreso del trabajador: Salario.
Sin embargo, puesto que
hay capitalistas y obreros en las dos grandes ramas, será mejor decir que le
ingreso de divide en seis categorías (tres por las dos ramas.) Además, todas
ellas constituyen la demanda total de mercancías.
El plan de
reproducción pone los cimientos para un análisis de las “discrepancias” entre
la suma de la oferta y la de la demanda, que, se manifiestan en trastornos
generales del proceso productivo.
Este razonamiento
desencadena de nuevo a la condición del equilibrio de la Reproducción Simple
por un método que tiene la ventaja de poner al desnudo la lógica al plan de
reproducción. Éste es en esencia un expediente para mostrar la estructura de
las ofertas y demandas en la economía capitalista. Debe agregarse, sin embargo,
que del plan como tal no es posible hacer ningunas deducciones causales; el
plan provee un armazón, no un sustituto, para la investigación ulterior.
2. Las raíces de la
acumulación: En el mundo imaginario de la Reproducción Simple se ha
construido un sistema en el cual los capitalistas reciben el mismo ingreso año
tras año y lo consumen siempre hasta el último dólar, por lo que, los valores
de uso tendrían que ser considerados como el fin que persigue el capitalista.
Es inevitable la
conclusión de que la Reproducción Simple implica la abstracción de lo más
esencial en el capitalista (su interés en ampliar su capital.) Realiza esto
convirtiendo una parte de su plusvalía en capital adicional. Le permite
entonces apropiarse aún más de plusvalía, que a su vez convierte en capital
adicional, y así sucesivamente. Este es el proceso conocido como acumulación
del capital y constituye la fuerza del desarrollo capitalista.
El deseo del
capitalista de aumentar el valor que controla (de acumular capital) proviene de
su posición especial en una forma particular de organización de la producción
social. No es de ningún modo una cuestión de propensiones o instintos humanos
innatos.
El capitalista es una
figura importante en la sociedad sólo por ser el propietario y representante
del capital. Privado de su capital, no sería nada. Pero éste tiene una sola
cualidad, la de poseer magnitud, y de aquí se sigue que el propietario de una
gran cantidad de capital ocupa un puesto más alto en la escala social que el
propietario de una cantidad pequeña; posición, prestigio y poder se reducen a
la vara de medir cuantitativa de pesos y centavos. El éxito en la sociedad
capitalista, por lo tanto, consiste en aumentar el capital propio. “Acumular
(como lo expresaba Marx) es conquistar el mundo de la riqueza social, acrecentar
la masa de seres humanos explotados por él, y de este modo extender el
predominio del capitalista.
La mayor cantidad de
plusvalía y también el mayor poder de acumulación corresponden al capitalista
que emplea los métodos técnicos más avanzados y eficientes; en consecuencia, el
afán de perfeccionamiento es general. Pero estos métodos de producción exigen
mayores desembolsos y vuelven anticuados y sin valor los medios de producción
existentes.
Vemos que el análisis
marxista relaciona la acumulación de capital con la forma histórica específica
de la producción capitalista. El camino del éxito y de la elevación social pasa
a través de la acumulación. Conforme a esto, Marx trazó una teoría de consumo
de los capitalistas. De este modo, aunque la urgencia de acumular sigue
predominando, no excluye un deseo paralelo, y aun en parte derivado, de
aumentar el consumo.
La interrelación que
existe de continua dependencia entre la acumulación y el aumento del consumo
que plantea Marx, es más que clara.
Los capitalistas no se
enriquecerían si el nivel del consumo fuera bajo. Si por el contrario, éste se
incrementa, el capital acumulado también lo hace, por lo que, la riqueza del
capital es mayor.
En paralelo al
planteamiento marxista, existen otras dos teorías contemporáneas ortodoxas.
v
Teoría de
la abstinencia: Abstenerse de consumir a efecto de acumular resulta penoso para
el capitalista, y por lo tanto, el interés del capital debe considerarse como
el necesario galardón de tal abstinencia. Contra esto Marx sustenta la opinión
de que acumular capital, es un fin positivo y lleva consigo, tanto como el
consumo, ciertos “placeres”. Sería exactamente tan lógico ver en el consumo una
abstinencia de la acumulación, como lo contrario.
En resumen, los
capitalistas quieren a la vez acumular y consumir, cuando hacen lo uno ello
puede considerarse como abstinencia de lo otro.
v
Teoría de
la “espera”: La idea es que, los capitalistas desean consumir todo lo que
poseen. No lo hacen porque esperan podrán consumirlo con interés en el futuro.
Ello niega por completo la urgencia del capitalista de acumular riqueza.
Estas teorías operaban
como defensa de la plusvalía y, por lo tanto, del statu quo.
3. La acumulación y
el valor de la fuerza de trabajo: planteamiento del problema: El plan de Reproducción
Ampliada de Marx, en contraste con la Reproducción Simple, muestra la
interrelación de las ofertas y las demandas cuando la acumulación es tomada en
cuenta, es decir, cuando los capitalistas no consumen ya totalmente la
plusvalía, sino que ésta se divide en tres partes, una que consumen los
capitalistas, otras que se agrega al capital constante y una tercera que se
suma al capital variable.
Este capítulo se
centra en el estudio analítico de los efectos de la cantidad del capital
variable, es decir, la demanda acrecentada de fuerza de trabajo, implícita en
el proceso de acumulación.
Según Ricardo: “El
trabajo como todas las demás cosas que de compran y venden, y que pueden
aumentar o disminuir, tiene su precio natural y su precio de mercado. El precio
natural del trabajo es el precio necesario para que los trabajadores, puedan
subsistir y perpetuar su raza, sin aumento ni disminución. Por mucho que el
precio de mercado del trabajo pueda desviarse de su precio natural, tiene, como
las mercancías, una tendencia a ajustarse a él.”
Según la explicación
de Ricardo de que le precio de mercado tiende a ajustarse al natural, considero
que es porque por muy alto que sea el precio de mercado, los trabajadores (es
decir, la mayoría de los consumidores) van a seguir percibiendo el mismo
salario. Por esta razón el consumo va a disminuir y por consiguiente la riqueza
del capitalista se verá mermada. Sin cabida a la posibilidad de acumular. Por
este motivo, en la mayoría de ocasiones los precios de mercado son razonablemente
superiores a los precios naturales pero no desmesuradamente elevados.
Si por el contrario
esto no fuera así, y los trabajadores percibieran capital debido a ese aumento
del beneficio, el precio de mercado podría ser tan alto como el capitalista
decidiera, porque los trabajadores podrían permitirse seguir consumiendo.
¿Qué ocurre entonces?
Que el capitalista percibe en esta situación lo mismo que cuando los precios
era más bajos pero lo salarios también, por ello no le interesa esta opción.
Por lo que, en
resumen, el mecanismo necesario para asegurar el que los salarios permanezcan
más o menos al nivel convencional de subsistencia, reside en una teoría de la
población. Ésta parte integrante de la estructura teórica de la economía
política clásica. Marx la llamaba “dogma de los economistas.”
4. La solución de
Marx: el ejército de reserva del trabajo: Estaba bien enterado de la
tendencia de los salarios a subir bajo el impacto de la acumulación de capital.
Estaba seguro, de que
tal elevación de salarios “no puede nunca alcanzar el punto en que amenazase al
sistema mismo.” ¿Qué es lo que detiene los salarios, de tal modo que la
plusvalía y la acumulación puedan seguir siendo los rasgos característicos de
la producción capitalista?
Su solución gira alrededor
de su concepto del “ejército de reserva del trabajo” o “población excedente
relativa” que consiste de obreros desocupados que, mediante su competencia
activa en el mercado de trabajo, ejercen una presión constante, hacia abajo, en
el nivel del salario. “Durante los períodos de estancamiento y de prosperidad
media, gravita sobre el ejército activo de trabajo; durante los períodos de
sobreexplotación y paroxismo, pone freno a sus pretensiones. Ella confina el
campo de acción dentro de los límites adecuados a la actividad explotadora y a
la dominación del capital.
Se recluta entre
aquellos que han sido desplazados por la maquinaria. Marx consideraba la
introducción de maquinaria para economizar trabajo como una respuesta más o
menos directa de los capitalistas a la tendencia ascendente de los salarios.
Con respecto a los
capitalistas individuales, cada cual da por supuesto el nivel de los salarios y
procura obtener las mayores ventajas posibles. Al introducir maquinaria, no
hace más que tratar de reducir su nómina de pagos. El efecto neto de esta
conducta es el de provocar el desempleo, que a su vez actúa sobre el nivel del
salario mismo. De aquí se sigue que mientras más fuerte sea la tendencia de los
salarios a subir, más fuerte será también la presión del ejército de reserva
para contrarrestarla, y viceversa.
La mecanización
significa un alza en la composición orgánica del capital, es decir, un aumento
en los gastos de los capitalistas en maquinaria y materiales, a expensas del
trabajo. Puede significar un descenso absoluto en la demanda de trabajo, o
puede significar que la demanda de trabajo se retrasa con respecto al aumento
del capital total. En este último caso, si la población crece la ampliación
continúa del ejército de reserva.
Marx no fue el primero
es descubrir la posibilidad del desplazamiento del trabajo por la maquinaria.
Ricardo (entre otros) también abarcó este tema y establecía que la maquinaria
que ahorra trabajo “libera” obreros sin liberar el capital variable necesario
para su empleo en otras partes, y por lo tanto, su reempleo depende de la
acumulación adicional.
El éxito de Marx fue
la integración de este principio en la teoría general de la acumulación del
capital, de tal modo que libera a esta última del dogma malthusiano de la población.
5. La naturaleza
del proceso capitalista: La economía política clásica, que se apoya en la
teoría malthusiana de la población, se inclinó a predecir el fin inminente del
progreso económico. La acumulación estimula indirectamente el desarrollo de la
población, el aumento del número de habitantes obliga a recurrir a tierras
interiores; las cosas necesarias para la vida sólo pueden producirse, por
consiguiente, a un costo sin cesar creciente en términos de horas-hombre. Esto
implica un alza en el valor del trabajo y de los salarios como una proporción
del producto total y, por lo mismo, un descenso de la garantía como una
proporción del producto total. Finalmente, la acumulación por los capitalistas
“cesará del todo cuando sus ganancias sean tan bajas que no representen para
ellos una compensación adecuada por las molestias y los riesgos que
necesariamente afrontan empleando su capital en forma productiva. Este curso
podría ser detenido temporalmente por descubrimientos científicos y técnicos
(maquinaria) que hicieran menos costosa la producción de artículos necesarios.
El progreso económico debe ser finalmente detenido por dos leyes naturales
preponderantes e inmutables: la ley de la población y la ley de los
rendimientos decrecientes. John Stuart Mill, habla de la “imposibilidad de
evitar en último término el estado estacionario, irresistible necesidad de que
la corriente de la actividad humana desemboque al fin en un mar al parecer
estancado.”
Pero hacia el final
del siglo XIX, la teoría malthusiana de la población no pudo sobrevivir al
notable descenso en la curva de las tasas de natalidad, por lo que los
economistas se vieron obligados a abandonar la teoría de la población y con
ella toda la teoría clásica de la evolución económica. Sin embargo, en vez de
buscar una teoría satisfactoria de la evolución económica para sustituir la
teoría clásica desacreditada, procedieron a excluir las cuestiones de los
procesos evolutivos del campo de la elaboración teórica sistemática.
Por otro lado, se
encuentra la teoría económica de Marx que, rechazando desde el principio todo
tráfico como el maltusianismo, se protegió contra los perniciosos efectos de su
colapso. Incluyendo en su estructura teórica el principio del ejército de
reserva en vez de la ley de la población, sino que puso también la base para un
nuevo y asombrosamente poderoso ataque a los problemas de la evolución
económica.
Los cambios en los
métodos de producción, se convierten en condiciones necesarias para prolongar
la existencia de la producción capitalista. Pues es principalmente por medio de
las innovaciones tecnológicas para economizar trabajo, como se recluta el
ejército de reserva, y sólo por la existencia continua de éste pueden
sobrevivir la plusvalía y la clase que ella sostiene. De este modo descubrió
una de las clases más importantes “leyes del movimiento” del capitalismo, cuya
exploración era el propósito expreso de “El capital.”
Para concluir, se ha
explicado la base de tal teoría, la noción fundamental del proceso capitalista
como aquel que, en principio, implica la acumulación incesante acompañada de
cambios en los métodos de producción. En principio, no toma en cuenta los
cambios en los métodos de producción; el desarrollo económico es considerado
exclusivamente en términos de cambios cuantitativos como la población o la
renta. Las relaciones sociales no son afectadas; el resultado final es
simplemente un estado de cosas en el que todas estas tasas de cambio son
iguales a cero. Puesto que esta noción subraya los cambios que ocurren en los métodos
de producción, implica el cambio que ocurren en los métodos de producción,
implica el cambio cualitativo en la organización social y en las relaciones
sociales, a la vez que el cambio cuantitativo en las variables económicas como
tales. Así se abre el camino para considerar el “resultado final” como una
reconstrucción revolucionaria de la sociedad, más bien que como un mero estado
de reposo.
VI. LA TENDENCIA CRECIENTE DE LA TASA DE
GANANCIA
La formulación de la ley por Marx: Con equipos eficientes, se observa claramente un crecimiento en la
productividad del trabajo y de l misma manera, de la composición orgánica del
capital. De esta afirmación, deriva la “ley de la tendencia decreciente” de
Marx.
g =p´(1-o)
g : tasa de ganancia
p´: tasa de plusvalía
o : composición orgánica del capital (proporción del desembolso del
capitalista en materiales y maquinaria con respecto al desembolso
inicial.)
De esta fórmula, se deduce que si o sube, g baja. Entonces, como anteriormente hemos dicho que o sube con equipos eficientes y su
consecuente aumento de efectividad, g
tendería a caer. Pero los cambios que se produzcan en p´, pueden equilibrar los cambios en o reduciendo esto a una mera tendencia. Esto es lo que Marx llama
“Teoría de la Ley”.
LAS CAUSAS CONTRARRESTANTES: A continuación, se
explican seis causas citadas por Marx, que “contrarrestan o anulan” la ley
general de tasa decreciente, como hemos dicho antes, proporcionando un carácter
meramente de tendencia.
Se clasifican en dos grupos, según bajen la
composición orgánica del capital o eleven la tasa de plusvalía. En las que
bajan la composición orgánica del capital, se encuentra el Abaratamiento de los
Elementos de Capital Constante:
La productividad aumenta con la maquinaria, y
el valor por unidad del capital constante disminuye. Así, crece la composición
orgánica del capital produciendo la bajada del valor del capital constante.
En la segunda clasificación, encontramos:
- Aumento de la
intensidad de explotación: al aumentar el tiempo de la jornada de trabajo
aumenta también la plusvalía y el trabajo excedente, siendo la misma que
antes, la cantidad de trabajo necesario.
Acelerar y estirar eleva la tasa de plusvalía
y recorta el trabajo necesario, pasando al excedente parte de la jornada.
- Depresión de
los salarios por debajo de su valor: el mercado es quién determina los
precios y los salarios, lo que evita una política agresiva de los
salarios.
- Superpoblación
relativa: es fruto de la sustitución de trabajadores por maquinaria. Lo
que según Marx, lleva a nuevas industrias con composición orgánica del
capital baja y tasa de ganancia alta, que hace subir la tasa de ganancia
general. Por otra parte, se deprime la tasa de salarios por la competencia
con la fuerza de trabajo activa, y así se eleva la plusvalía.
- Comercio
exterior: con él se adquieren productos más baratos, y se eleva así tanto
la tasa de ganancia como la plusvalía, y reduciendo el valor del capital
constante.
UNA CRÍTICA DE LA LEY: ¿Se debe suponer que una
composición orgánica ascendente del capital supone una tasa constante de
plusvalía?
Una composición orgánica ascendente conlleva
un aumento de la productividad, de esta manera, si la plusvalía no varía, los
salarios reales aumentan. Si el obrero aumenta la productividad de su trabajo,
tanto él como el capitalista se benefician del mismo modo.
Por otro lado, un aumento de la productividad
supone la creación de un ejército de reserva, lo que tiene como consecuencia
una depresión de los salarios y un aumento de la tasa de plusvalía. El capital
constante compite con el trabajo viviente frenando sus demandas. Marx dice, que
una mayor productividad supone un aumento de la plusvalía, Así se deduce que a
mayor composición orgánica mayor plusvalía.
Según Marx, los cambios en la composición
orgánica del capital son tan grandes que pesan más que cualquier efecto
compensatorio de los cambios en la tasa de plusvalía. Esto es, según el autor
de este libro insostenible, porque la composición orgánica del material es una
expresión de valor, por lo que mayor volumen de maquinaria y material no
indican su cambio.
“No hay una suposición de que los cambios en
la composición orgánica del capital serán relativamente tan superiores a los
cambios en la tasa de plusvalía que los primeros dominarán los movimientos en
la tasa de ganancia”.
Hay que considerar ambas variables de similar
importancia, por lo que la ley de Marx no es muy convincente. Esto no quiere decir que haya una tendencia de la
tasa de ganancia a descender, pero no se puede demostrar empezando el análisis
por la composición orgánica ascendente del capital. Es tras dicha composición,
donde encontramos el proceso de acumulación del capital, donde debemos buscar
las causas de la depresión de la tasa de ganancia.
La acumulación de capital aumenta la demanda
de salarios, lo que lleva a reducir la tasa de plusvalía que se refleja en una
menor tasa de ganancia que originan introduciendo maquinaria y otros recursos
para economizar el trabajo.
El aumento en la composición orgánica del
capital restablece la tasa de plusvalía, aumentando el volumen de la plusvalía.
Todo ello no niega las causas restantes de la teoría de Marx. El aumento de la
intensidad de explotación es muy importante en la práctica, porque al caber más
trabajo en un tiempo determinado, la tasa de plusvalía aumenta
considerablemente. La tasa de ganancia, supone un continuo e importante
contrapeso.
Por último decir que existen otras fuerzas
que varían la tasa de ganancia, unas la elevan y otras tienden a deprimirla.
Tendentes a su depresión son:
- Los
sindicatos: los obreros se agrupan y los utilizan como instrumento para la
mejora de sus condiciones en la producción capitalista.
- El Estado en
beneficio de los trabajadores: suele tomar muchas forma, con por ejemplo,
la limitación legal de la jornada de trabajo o el seguro contra el
desempleo
Tendientes a elevarlas:
- Organizaciones
patronales: que actúan para mejorar la posición del capital frente al
trabajo contractualmente.
- Explotación
del capital: mitiga la presión sobre el mercado de trabajo doméstico
imponiendo los efectos depresivos de la acumulación en la tasa de
ganancia.
- Creación de
monopolios: mejoran la tasa de ganancia propia, y en consecuencia la tasa
de ganancia general.
- El Estado a
favor del capital: como es el ejemplo de las tarifas proteccionistas.
Marx cree que los movimientos en la tasa de
ganancia, dominan el sistema capitalista. Con el análisis cuidadoso del
capitalismo y la tasa de ganancia “La economía política se convierte en un
instrumento de comprensión más coherente y poderoso”.
VIII. LA NATURALEZA DE LAS
CRISIS CAPITALISTAS
Marx nunca dedicó un
análisis completo a las crisis capitalistas, quizá, nos dice el autor, por su
método analítico de la abstracción, que le impedía un análisis de la
complejidad de las causas; Aún así las crisis fueron un tema recurrente en la
obra de Marx.
El capitalismo
contradictorio de la sociedad capitalista impresiona al burgués practico del
modo más notable en los cambios de ciclo periódico que la industria moderna
recorre y cuyo punto culminante es la crisis general (El Capital, 1973).
Los economistas
clásicos se mostraron incapaces de elaborar nuevas hipótesis que implicarán las
nuevas condiciones capitalistas. Las suposiciones quedaban ancladas en certezas
más dadas en la producción simple en economías no desarrolladas, donde el trueque
de mercancía por mercancías se presenta como unido en el tiempo, lo que lo
convierte en un escenario improbable de crisis.
Sin embargo como nos
explica Marx en su crítica de la Ley de los mercados de Say, en la cual se da
por sentado la imposibilidad de la interrupción de la circulación M-D-M y por
tanto la de la existencia de crisis; En las producciones M-D-M de la producción
de mercancía desarrollada , la compra y la venta están separadas en el tiempo y
en el espacio, esto implica que el proceso de circulación puede sufrir
interrupciones ya que está dividida, además este fenómeno puede extenderse
afectando a toda la economía.
En la producción
capitalista hay efectivamente riesgo de crisis, al contrario que los referentes
históricos de crisis donde se las asociaba a la escasez, con las crisis
capitalistas hablamos ahora de crisis de sobreproducción. Sobreproducción como
consecuencia y en ocasiones como causa pero la generalidad nos llevaría a
centrarnos en las causas de la interrupción del proceso.
EL CAPITALISMO Y LA
CRISIS: La forma de circulación propia del capitalismo es D-M-D, ya no
estamos hablando de valor de uso como en el desarrollo M-D-M, y donde la lógica
invita al proceso por el valor de uso superior de la segunda M, en esta
producción simple de mercancías para el consumo
podría seguir la Ley de Say, pero cuando hablamos en dimensiones de
producción D-M-D, estamos hablando de la inversión de un capital inicial
(fuerza de trabajo, medios de producción) para la producción de mercancías
transformables en su venta en dinero, con el objetivo de la expansión del valor
del capital inicial, en una carrera de acumulación de riqueza en un sentido
abstracto.
En el capitalismo la
mayoría de la población mueve su economía con la forma M-D-M con el objetivo del
aumento del valor de uso, mientras como ya hemos visto el capitalista aparece
en el mercado como interesado en elevar al máximo su tasa de ganancia.
Comparadas las
diferencias diremos que, la introducción
de un parón en el proceso de la producción simple de mercancías y en el
capitalismo, producen de igual manera una crisis. La reducción de la
circulación, creando una sobreproducción, que más tarde se convertirá en
descenso de la producción. Lo que parece
seguro es que si se altera la tasa de ganancia el capitalista reconsidera
invertir el dinero que comenzara el proceso D-M-D, vamos a analizar los dos
casos de los que nos habla el autor:
- D; desaparece o se vuelve negativo: Si el incentivo para la
inversión capitalista se extingue, los capitalistas retirarán su capital,
disminuirá la circulación y comenzará una crisis seguida de
sobreproducción.
Aunque este fenómeno
está más cercano a una depresión y puede no ser la explicación del inicio real
de una crisis.
- El descenso de D: La tasa de ganancia se reduce y el capitalista
reduce sus operaciones. El
capitalista elige entre dos vías poner el capital en circulación o
guardarlo, aunque más tarde o más temprano habrá de invertirlo. Los más
normal es que si la tasa de ganancia está por debajo del nivel ordinario,
el capitalista lo retire y se lo lleve a un mercado más rentable, y si
esto ocurriese en todos lo
guardaría hasta que se dieran condiciones más favorables (Que la tasa de
ganancia vuelva a mejores niveles). Y es que de hecho la crisis y la
depresión que la sigue son parte del mecanismo de reactivación de la tasa
de ganancia. El capitalista siempre va ir en busca de un aumento de la
plusvalía.
Para Marx la clase
capitalista se divide en capitalistas y empresarios. El capitalista suministra,
mediante préstamos, capital al empresario, que realiza sus operaciones, donde
buscará la inversión de capital mientras la tasa de ganancia sea más alta que
el interés que le paga al capitalista. En el momento que esto no sea así se
cortará la circulación y generalizará la crisis. La premisa aquí son los
intereses del capital, de alguna manera el capitalista tenderá a conservar el
capital en forma de dinero a prestar el capital a tipos inferiores, ya que
sería más prudente posponer sus operaciones hasta que los niveles de ganancias
vuelvan a los tipos anteriores o los superen, solo si el periodo fuera largo el
capitalista se resignaría a un tipo más bajo y empezaría a hacer circular el
capital a los empresarios.
De igual manera las
dos tipos alternativos explican la restricción de actividades del capitalista
cuando desciende la tasa de beneficio del capital.
DOS TIPOS DE CRISIS:
La ley de la tendencia de la tasa de ganancia es su faceta decreciente fue
deducida de la suposición de que todas la mercancías se vendía en sus valores
de equilibrio, por lo tanto no se tenía en cuanta el síntoma de desequilibrio
en el sistema de valor, aunque si hubiera una crisis se convertiría en causa
del desequilibrio.
Abandonando la
suposición anterior, aparecen nuevas razones y causas del descenso del
beneficio. Como nos explica la ley de la oferta y la demanda, si se produce
demasiado, el precio del producto desciende por debajo del valor, y la ganancia
se reduce o desaparece. Si esto ocurre en diferentes tipos de industrias, se
extiende y aparecería una crisis de realización.
Las dos crisis
mencionadas nacen igualmente del endurecimiento del lucro, en un caso
implicados los movimientos en la tasa de plusvalía y el otro unido al déficit
de demanda, pero debemos especificar, en términos de demanda insuficiente para
comprar la mercancía con tasa de ganancias satisfactorias para el capitalista.