sábado, 23 de noviembre de 2013

José Luis Sampedro.



José Luis Sampedro Sáez, nació en Barcelona en 1917 y falleció en Madrid el 8 de abril de 2013. Fue un escritor, humanista y economista que abogó por una economía «más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos».

Sus obras económicas:Principios prácticos de localización industrialRealidad económica y análisis estructuralLas fuerzas económicas de nuestro tiempoConciencia del subdesarrolloInflación: una versión completaEl mercado y la globalizaciónLos mongoles en BagdadSobre política, mercado y convivenciaEconomía humanista. Algo más que cifrasEl mercado y nosotros.

Además, abarcó la novela, el cuento, ensayos y diálogos.
Aportó el primer libro "serio" sobre economía:



Líder social más significativo en los últimos años en nuestro país. Murió siendo un inspirador en los procesos de cambio.


El capitalismo es el abuso de poder por el capital. El miedo hace que no se reaccione, que no se siga adelante y nos lo están dando todos los días.
(...)
En mi hambre mando yo.
(...)
Se habla mucho del derecho a la vida, pero es que hay el deber de vivirla.

http://www.youtube.com/watch?v=DUYY0QB5STk


La mente más joven de España.

Que paren el mundo, que me apeo: me siento en la cuneta y los veo pasar.
Amor y provocación, que piensen por su propia cuenta.
Uno no sabe nada hasta el final y al final tampoco.
Sólo nos salva el amor: ansia de la vida, de vivir; a uno mismo, en el sentido de que uno mismo es vida.
Pretendo morirme como los ríos, llegan al mar y es una delicia. El río llega lentamente y me imagino que sus aguas dulces se extrañan al sentirte saladas, por una parte se desconciertan o alegran y cuando se dan cuenta, son el océano. Y yo, espero morirme así y de pronto, he dejado de ser el río.

En este sistema todo es mercancía. La corrupción forma parte del sistema. En su origen, el capitalismo fue creador pero ahora esas circunstancias iniciales de muchos recursos, pero cada vez más se convierte en valorarlos en dinero y no en hazañas.
En el capitalismo existía libertad, pero grandes desigualdades. Sin embargo en la Unión Soviética, se apostó por la igualdad.
El futuro no lo conocemos pero tendríamos la obligación sobre qué queremos alcanzar. 
Competencia en vez de cooperación, trabajar buscar soluciones juntos.
La innovación es meramente mercantil para ganar más dinero.
Lo único que funciona en este momento, es la ciencia.
Ello va a desembocar en un despotismo ilustrado, pero con una cúpula científica. Prepararnos para ser consumidores y productores según esa cúpula. 
La política está subordinada a los sectores financieros. Será dominada por aquellos que difundan nuevos lenguajes. Los políticos están despreciados en casi todas partes.

A largo plazo, no hay más que cambiar de pensamiento, educarnos de otra manera. La manera de tener otro pensamiento comienza por tener un pensamiento crítico. Ahora se pretende que haya uno único. El relativismo está prohibido.
Si se consiguiera modificar profundamente la educación a las mujeres, sería un paso tremendo: con otra sensibilidad y posibilidades. Están en su conjunto pendientes de expresarse y de tener pensamiento propio.

La crisis financiera: exceso de abuso y de ejercer el poder. Cualquier sistema tiende a la entropía. 
La solución está en EDUCARSE y para eso es necesario que te abran los ojos y no se dediquen a cerrártelos.
La visión científica del mundo es completamente distinta a la de hace cien años. Hoy referente a la visión de Newton del mundo y el reloj, es completamente probabilístico. Por ello, el lenguaje cambiará y con él las imágenes y así, las decisiones.
La vida recrea, renacimiento, renuevo, retorno... Seguir siempre nueva, diferente, la misma...
Estamos empezando una nueva era, esto ha terminado.

Yo vivo amorosamente. La gastronomía de los afectos tiene una gran variedad de platos. Hechos de profundidad de sentimientos y en las formas de presentación de ternura.
Noto el cariño de la gente. La gente que sencillamente me quiere, me reblandece. 
Me gusta la frontera porque me define y me ofrece otra perspectiva distinta. 
Si yo creo que París está al sur, cogeré el tren e iré hacia el sur. Me equivocaré y me estrellaré, pero mientras tanto lo hago.
Hay que pensar en la verdad de cada uno y la frontera me permite mantener mi verdad y considerar las otras verdades.

El horizonte existe, otro mundo se producirá. Tratar de vivir hoy pensando en mañana, prepararse para mañana. Considerar lo que quiere y lo que no. Que se eduque con un pensamiento propio y que no acepte lo que está pasando.
Se puede ser más libre con el pensamiento dentro de un calabozo que siendo ministro de un tirano.


http://www.youtube.com/watch?v=_pwVt1koPm4






domingo, 17 de noviembre de 2013

Schumpeter


Pasos científico-metodológicos de investigación PRIMARIA:
CIENCIA (aspiración humana) Consciencia Método (Aspiración estratégica) Anticipación Herramientas Objeto de Investigación
Inventario de información: clasificación, ordenación y selección.
La ciencia es cualquier tipo de conocimiento. Los principales aspectos de ésta son la descripción y la explicación de la realidad.
La primera percibe con claridad, cuya base es la sintetización. Por otro lado, la explicación aporta las razones de que se produzca un fenómeno, es decir, el por qué de la descripción.
Un ejemplo claro es la España actual, su descripción es errónea ya que, no estamos ante una crisis sino ante una depresión. Se ha desarticulado así la abundancia, pero debido a connotaciones ideológicas se utilizan unos argumentos que traten de no asustar tanto.
Las ciencias positivistas se contentan con las descripciones. Pero entendemos que “se queda corta” y necesitamos explicar su origen. Por lo que, tanto descripción (información en abundancia ordenada de una realidad) como explicación (razones de por qué estamos en este punto) constituyen dos niveles de conocimientos. La descripción genera conocimiento, uno peculiar.
De ahí que sea fruto de esfuerzos conscientes, ya que, la consciencia expresa el ser y el querer. Algo así como el budismo: ser- querer- hacer. Por tanto, la consciencia es voluntad y la búsqueda de ésta es muy importante ya que, alcanzarla supone desarrollar el yo, el nosotros. Este proceso está presente en la ciencia y en la misma búsqueda de conocimientos. Ello se debe a que, todo tipo de conocimiento posee un carácter consciente.
Tenemos que preverá los elementos de la vida (vida, bienestar y dinero) para alcanzar todo lo anterior, y para ello nos servimos de la anticipación, es decir, planificar el futuro y por tanto, conocer el presente. Para ello debemos establecer pautas.
Estos esfuerzos producen hábitos mentales (métodos o técnicas) y un dominio de los hechos descubiertos por estas técnicas…
Esta cita de Schumpeter nos muestra el perfeccionamiento continuo de las técnicas. Ello genera abundante trabajo, por lo que apostar por la ciencia y sus investigaciones implican de manera segura desarrollo y prosperidad.
MÉTODO:
Método Deductivo: Idealismo (que no parte de la realidad) presente hasta día de hoy. Presenta dogmas, definiciones e hipótesis no contrastadas. Derivados de la religión (predefinidos y ya establecidos). Suele pertenecer a movimientos de derechas, consiste en: la existencia de algo, se establece un ideal y lo desarrollan.
Lo que acumula conocimiento es un método que deriva de técnicas e incide en las razones.
Puede ser parcial o integrado y define el qué. Cómo se hacen las cosas (define políticamente a la gente por como realizan las diferentes actividades).
Por lo tanto, el método es un elemento CENTRAL E IDENTIFICATIVO. Ayuda a interpretar la realidad caótica si no se conoce, se interpreta mediante éste y se establece una teoría.
Método Inductivo:
1) Selección de información-->
-Inventariado
-Clasificación (los positivistas no avanzan de este punto)
-Relación entre variables
-Ordenación entre relaciones (auténtica aportación)
Ello conforma la hipótesis provisional.
2) Desarrollar las consecuencias del modelo escogido.
3) Contrastar teoría-realidad: integración de conocimiento-acción. (Analizar el aquí y ahora).

martes, 12 de noviembre de 2013

UNA MOCHILA PARA EL UNIVERSO

Imagina que tienes una mochila. Dale color, el tamaño y la forma que prefieras.
Piensa en la experiencia, las palabras, la decepción o las pérdidas que te están pesando. Puedes elegir un objeto para simbolizarlas.
¿Qué he aprendido de esta experiencia? Sabemos por multitud de estudios que aprender una lección de cada experiencia es uno de los elementos que más ayuda a superar la tristeza. ¿Eres más sabio, más compasivo, comprendes mejor lo que necesitas, tienes alguna prioridad más clara de cara al futuro, has aprendido a perdonar, has crecido o mejorado de alguna manera? 
Meto mi experiencia en la mochila y se la devuelvo al universo. Con esto estamos dando una orden sencilla y gráfica al cerebro: he aprendido una lección de esta experiencia y ahora la "dejo ir", no necesito revivirla, confío en que esta experiencia me ha servido para crecer y no deseo cargar más con ella.
Cambiar, comprender y transformar no es tan difícil como tememos, aunque a menudo resulte arduo afrontar los procesos de cambio porque asustan a nuestro cerebro programado para sobrevivir y protegerse. Cambiar, para este cerebro miedoso, implica una posible pérdida, aunque ésta pudiera ser necesaria y beneficiosa para nosotros. Por ello solemos resistirnos a los cambios, porque despiertan inseguridad a las que instintivamente nos resistimos. Por ello, los entornos de crisis personal y social suelen ser propicios para que se den cambios, porque la elección entonces es o bien cambiar, o seguir soportando el sufrimiento derivado de la situación de crisis.
Aunque algunos se atrincheran en su dolor, muchos consiguen afrontar sus cambios vitales tarde o temprano. Somos más ligeros y flexibles de lo que creemos porque estamos programados para conquistar y descubrir, y por ello tenemos más poder del que solemos reconocer sobre nuestras derivas individuales y colectivas.
Einstein dijo que un problema no puede solucionarse al mismo nivel ni desde la misma perspectiva en los que fue creado. En este sentido, las crisis, que desgraciadamente traen incertidumbre y destrucción a la vida diaria de tantas personas, son una oportunidad para que construyamos los cimientos de cambios profundos que difícilmente podrían darse en circunstancias de bonanza. 
La experiencia de lo aprendido a lo largo de siglos, en la naturaleza y en las civilizaciones, desvela que las crisis potencian la evolución y que cambios que parecían difíciles o imposibles pueden darse incluso relativamente deprisa. A estos cambios, sin embargo, actualmente se resisten en buena medida nuestras estructuras sociales, políticas, económicas y religiosas, empeñadas en su propia supervivencia.
Una de las creencias más arraigadas del viejo mundo que colea es que la abundancia es tener más que nadie, un lema radical que implica que el dinero tiene derecho a marcar las reglas de nuestra convivencia. Tendremos que aceptar, a la luz de lo que estamos aprendiendo acercar del bienestar físico y emocional de las personas, que el dinero por encima de un umbral medio ocupa un modesto lugar en nuestra felicidad y que su consecución no puede estar reñida con la consolidación de entornos educativos, afectivos y laborales que alimenten las necesidades humanas básicas de afecto, seguridad, creatividad y bienestar.
Nuestro siglo se caracteriza como ningún otro por la rapidez con la que intercambiamos información y por la facilidad con que las ideas colectivas e individuales pueden viajar y contagiarse. Nunca como hasta ahora una sola persona ha podido de la noche a la mañana impactar e influir sobre los demás, porque puede subirse a una plataforma digital y hacerse escuchar, para bien o para mal. Vivimos además en una época de democratización del conocimiento que potencia las posibilidades de que la creatividad humana se multiplique en todos los ámbitos. Aunque a veces cueste creerlo, los datos objetivos revelan que caminamos hacia sociedades más transparentes, más pacíficas, más colaborativas y más justas, donde más personas, educadas para gestionar un cerebro complejo que estamos aprendiendo a potenciar, podrán ser partícipes de la evolución del mundo que compartimos.
Cada niño y cada adulto deberían celebrar la magia de nacer y ser únicos, de poder hacer tanto bien o tanto mal. Celebrar los misterios de la física cuántica y de las partículas que se comunican fantasmagóricamente. Celebrar la magia de despertar cada mañana en un minúsculo planeta cubierto por un manto de vida verde que cruza el espacio a doscientos cincuenta kilómetros por segundo, y también la magia de que a su vida puedan llegar otros seres que de repente lo comprendan y le amen. Celebrar que haya flores y frutas para saciar su hambre, y agua para apagar su sed. Celebrar que escrutemos impacientes el universo con inmensos telescopios buscando más vida, que nos preguntemos incesantemente qué nos espera después de la muerte, que inventamos canciones y enlazamos palabras hasta crear poemas. ¿Hay mayor magia que todo lo que nos rodea a diario?
Si lográsemos vivir y educar a nuestros hijos con los ojos abiertos a la realidad misteriosa y palpitante, si supiésemos transmitirles el regalo que supone estar inmersos en tanta belleza y tanto misterio, no nos haría falta acumular todo lo inexplicable del mundo en supersticiones y respuestas cerradas que niegan la magia que nos rodea. No necesitaríamos infinitas distracciones y una exagerada acumulación de bienes, imágenes y sensaciones para disfrutar de la abundancia de la vida. Si fuésemos justos y observadores, sabríamos sin dudarlos que la verdadera magia se esconde en este universo deslumbrante que poco a poco estamos logrando descifrar.


Una mochila para el universo 21 rutas para vivir nuestras emociones. Elsa Punset.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

BÉCQUER; "Rimas y Leyendas"

                       I

Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de ese himno
cadencias que el aire dilata en las sombras.

Yo quisiera escribirle, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.

Pero en vano es luchar, que no hay cifra
capaz de encerrarle; y apenas, ¡Oh hermosa!
si, teniendo en mis manos las tuyas,
pudiera, al oído, contártelo a solas.


                        IV

No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas, pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡Habrá poesía!

Mientras la humana ciencia no descubra
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡Habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesía!