Un viejo amigo me preguntó acerca de mi opinión sobre un nuevo proyecto que estaba desarrollando nuestro ayuntamiento. Me explicó que estaba otorgando terrenos para cultivos, cuya posesión duraba alrededor de los cuatro años y que se tenía plena libertad para plantar lo que se quisiera, además de la proporción del material para realizar las actividades agrícolas.
Personalmente le dije que me parecía una forma de promocionar una nueva política, que a raíz de la crisis y la desmesurada construcción de edificios actualmente inacabados y completamente inútiles, estaba en la obligación de “reinventarse o morir”.
Que conste que los dos partidos políticos que han desarrollado sus políticas en mi municipio, se asemejan tanto, que puedo elaborar una lista de acciones/decisiones llevadas a cabo por ambos durante sus respectivas y casi eternas legislaturas: multitud de polideportivos y pabellones enormes, grandes centros culturales en los que sobran metros cuadrados y faltan libros, red de transportes incompleta, numerosos e idénticos parques, desmesuradas urbanizaciones apenas habitadas, ambulatorios de sanidad pública que cuando se abrieron se convirtieron en privados de una mágica manera, centros de ancianos en los que sobra funcionariado y falta asistencia real a estas personas, grandes colegios e institutos que eran reconocidos por la Comunidad de Madrid debido a su calidad de enseñanza pública que (al igual que con los centros de salud) se convertían en privados pero se suavizada con la palabra “concertados”….
Puedo seguir con una larguísima lista pero he de parar para continuar con lo que verdaderamente importa. Por si no queda claro, lo anterior es una crítica que bajo mi punto de vista es muy necesaria porque en casi toda la Comunidad de Madrid hemos sido testigos de este tipo de actuaciones en los últimos años. Ello se truncó con la crisis mundial financiera y tengo que afirmar que pese a los grandes estragos que deja a su paso, también ha servido para darnos cuenta qué hemos hecho mal y cómo podemos remediarlo para que esto no se produzca en un futuro.
Pues bien, un ejemplo puede ser el que voy a desarrollar y planteo: ¿Por qué no nos centramos en un primer momento en el mundo local-territorial para mejorar nuestra calidad de vida?
Lógicamente su abarque será más pequeño que a nivel autonómico y nacional, por lo que si una política fracasa, sus estragos, con la mayor seguridad, tendrán solución y se podrán remediar de una manera más simple. Por el contrario, si una política pública local resulta exitosa, se llevarán a cabo políticas similares y la localidad será próspera y el bienestar de la población aumentará.
Mi amigo prosiguió con su tema y me informó de que unos de los participantes en el proyecto era él, y que además le habían concedido una parcelita para plantar. Parecía sumamente entusiasmado y yo me interesé por el tema, me comentó que cuando tuviera más información me iría hablando.
Por aquellos meses yo ya estaba dentro del Proyecto de Innovadores Sociales con el profesor Roberto Carballo.
Las reuniones eran muy entretenidas y bastante instructivas, cuando salía siempre había aprendido algo y eso me resultaba muy satisfactorio, pero me encontraba sumamente confusa, porque no se me ocurría ninguna posible búsqueda de necesidades sociales. Trabajar en grupo ayudó en un primer momento, pero los momentos en los que te atascas y no puedes pensar en nada porque realmente estas pensando en todo, son los peores.
De repente pensé que sería una buena idea publicar el proyecto del huerto de mi amigo y mostrar políticas alternativas que no tienen por qué ser, ni mucho menos, infravaloradas por ser completamente diferentes de lo que se estaba haciendo hasta ahora (que demostrado queda que lo anterior fallaba.)
Le hablé para poder quedar y realizarle algunas preguntas que servirían para mostrar el programa, algunas de éstas son:
¿Cómo te enteraste de esta iniciativa?
Mediante la revista semanal de nuestra localidad.
Cabe destacar que se distribuye por todo el municipio y se muestran las noticias más actuales sobre los acontecimientos en éste, desde deportes hasta cultura.
¿Qué tuviste que hacer para participar en ella?
Entregar un reconocimiento médico que mostrara la posibilidad de realizar de manera completa actividades agrícolas y rellenar la solicitud en mano en el ayuntamiento para poder participar en el sorteo.
¿Tuviste mucha problemática a la hora de cumplir los requisitos?
Con respecto al ayuntamiento y el proceso de participación, ninguna.
¿Se cumplieron tus expectativas cuando te entregaron el terreno?
No porque, estipula 45 metros cuadrados y el terreno es más pequeño.
¿El material es el esperado? ¿Necesitas algo más y no se te ha ofrecido?
Se ofrece sólo la manguera (la toma de agua) y taquilla (guardar las herramientas) por lo demás todo me lo he tenido que comprar.
¿Puedes ir siempre que quieras a trabajar el cultivo?
Tiene un horario de funcionamiento tanto de verano como de invierno, del 1 de mayo al 30 de septiembre de 8:00 de la mañana a 22:00 de la noche y del 1 de octubre al 30 de abril de 8:00 de la mañana a 18:00 de la tarde.
¿Puedes cultivar lo que desees?
Puedes plantar todo lo que sea legal y aclara que no pueden ser plantas que produzcan sustancias estupefacientes ni árboles frutales (porque tardan mucho en crecer y el terreno es sólo de tres años con uno opcional que puede alargarse.)
¿Has cultivado ya algo?
Tomates.
¿Qué tienes pensado cultivar?
Lo de temporada: pepinos, berenjenas, pimientos verdes y cebollas.
¿Por cuánto tiempo vas a tener la parcela?
Durante 3 años y uno opcional (alargar con un total de 4 años, solo a petición y se otorga sin más.)
¿Te gusta esta iniciativa?
Me gusta mucho porque creo que es una alternativa ecológica para adquirir tus propios alimentos.
¿Te gustaría que se produjeran más proyectos como en el que has participado?
Sí porque ha habido mucha demanda y mucha gente se ha quedado fuera de ésta. Sé que van a hacer dos lotes (de media 6 terrenos) más en dos parques. De esta manera el programa continuará en el Distrito Norte y en otro parque de nuestro municipio.
Este proyecto da como resultado que 38 vecinos y cuatro asociaciones dispongan ya de un huerto urbano familiar en una parcela municipal. A su vez, el mismo día en el que se otorgó a los adjudicatarios los huertos, se anunció que se habilitarían más en la ciudad.
Los mayores de 65 años disponen de 20 huertos, de esta manera se comparten experiencias debido a la diversidad de los adjudicatarios porque, 9 huertos son para vecinos de entre 35 y 64 años y otros 9 para jóvenes de la ciudad.
Por su parte, cuatro huertos han correspondido a asociaciones por lo que sus beneficios irán destinados a fines sociales. Finalmente, dos se han reservado al Patronato de Bienestar Social que estimulará este tipo de actividades en torno a personas sin hogar y al colectivo de mayores.
Me parece realmente práctica esta iniciativa, tardía en su promoción pero necesaria. Deberían de impulsarse este tipo de políticas en las que quizá apenas se obtengan beneficios sustancialmente económicos pero sí que considero que una satisfacción social como es la de ayudar a los demás, completa muchísimo más que ganar unos cuantos billetes.
El ámbito local es el más importante porque resulta ser la raíz de los problemas y conseguir que esas necesidades sean cubiertas resulta más sencillo y nos sirve de puente para los demás niveles.
Por esta razón, estoy conforme con este tipo de programas que hacen interactuar a auténticos desconocidos por un objetivo común característico de un desarrollo sostenible que promociona lo ecológico y conciencia a personas muy heterogéneas entre sí, para utilizar nuestros recursos naturales de la manera más responsable posible.
